Dicen que no hay mal que por bien no venga.

Me levanto todos los días pensando: si hoy será el día, hoy voy a comerme el mundo y a dejar mis tonterías atrás, olvidar, todo va bien. Una mañana rutinaria, clases, deberes, ejercicios, hasta llegar a casa; Ahí empiezan los problemas, todo va bien con mi familia, pero tú no estás del todo bien, lo entiendo, pero no puedes dejar que eso siga así, no puedes dejar que te tomen por tonto, está bien ser bueno pero hasta cierto punto. Si tú no estás bien yo no estoy bien. Asique aprende que no todo lo que reluce es oro y que la confianza da asco, deja de confiar en todo el mundo, confía solo en ti mismo y las cosas irán mejor. Ten por seguro que yo estoy aquí y que si tú saltas yo salto, recuérdalo siempre.